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Me están haciendo mucha gracia algunos de vuestros planteamientos de excusas navideñas y también os entiendo.
Pero a la vez me lleva a pensar que es un problema bastante generalizado el no sentirse seguro a la hora de gestionar el “no” con total tranquilidad y sin justificación alguna.
Creo que el problema no es tanto la presión social, si no la ausencia de una educación en la idea de que el “no” no es necesariamente algo malo.
@philspectrum es entendible porque las relaciones son complejas y suelen incluir a varias personas. Igual uno puede asumir el no pero no lo hace por evitar daños colaterales.
@skarfester ya, pero creo que hay un error en esa forma de interpretarlo: mi responsabilidad es la de saber gestionar el decirte que no quiero hacer algo, con sinceridad pero de una manera asertiva si quieres verlo así. Pero ahí es donde termina: el que tu interlocutor no sepa recibir esa negativa con la misma asertividad ya no es un problema tuyo, es suyo por no saber respetar la independencia y las decisiones ajenas. Mi pensamiento cuando eso sucede es: “bueno, ya se le pasará”
@philspectrum entiendo lo que dices pero me parece muy difícil de conseguir. Más que nada porque imagino que el tipo de gente que se quiere evitar es precisamente el menos receptivo a tomárselo bien. Tiempo al tiempo, supongo.
@skarfester totalmente claro, pero eso al final es el resultado de lo que digo al principio: carencia de educación en el no. Precisamente lo que mejor le viene a ese tipo de gente es empezar a recibir “noes” de vez en cuando, algo a lo que seguramente no estén muy acostumbrados 